El disco
Raro, a esta altura un clásico del rock iberoamericano, reinventó a una banda que llevaba dos décadas siendo de culto en Montevideo y alrededores, portadora de una poderosa identidad paródica y saludablemente iconoclasta. Dejaban de ser los Monthy Python más deformes para convertirse en otra cosa. El punto de inflexión se profundizó con
Bipolar y
Porfiado, armando una trilogía que les abrió las puertas en México, Venezuela, Perú, Paraguay y Argentina. El talento versificador de Roberto Musso –apoyado en su no oculta admiración hacia Eminem– logró aciertos mayúsculos y una singular capacidad para crear latiguillos como los de
Yendo a la casa de Damián, Buen día Benito y otras tantas grandes canciones. Todo apoyado en videoclips de alto impacto, que los colocaron en un estante poco frecuentado de «rock inteligente», especial para
nerds y gustos alterlatinos.
La expansión de
El Cuarteto de Nos trajo sin embargo varias crisis y cambios en la familia cuartetera: el liderazgo de Roberto Musso como principal compositor, la intempestiva renuncia de su hermano Riki y la consolidación como productor artístico del
bajofondero Juan Campodónico. Disco tras disco se volvieron más radiofónicos, con arreglos y orquestaciones en las antípodas de antiguas intenciones
freaks. Y a todo eso se suma, en
Habla tu espejo, la constatación de que la canción tampoco sigue siendo la misma: Roberto se puso serio, con todo lo que ello implica. Cada canción se cuestiona a sí misma, y por lo tanto interpela a quien la escucha. Se habla de tristeza, inseguridad, temor, del paso del tiempo. Se habla al espejo, y lo que el espejo devuelve es un disco introspectivo, el otro lado del bufón.
Tanto cambio vuelve conflictiva la recepción de este trabajo, porque en definitiva lo que empieza a hablar son los espejos de los fans, de sus proyecciones, sus miedos, sus frustraciones, sus resistencias a los cambios. Lo mejor para disfrutar de este nuevo álbum de El Cuarteto de Nos es –llegado el caso– no conocer la prehistoria del grupo. No es nada nuevo que los públicos suelen ser más conservadores en estos tiempos de afinidades al
streaming. ¿Qué es lo que pasa con
Habla tu espejo? La aparente seriedad no es otra cosa que una forma distinta, desde lo perversamente radiofónico, de perturbar lo cotidiano y los espejos que se multiplican. Roberto canta/rapea en serio, la banda suena como nunca (muy especialmente la batería de Alvin, también el teclado y programaciones de Santi Marrero) y se mandan un disco poderoso. Y raro. Como siempre. Lo volvieron a hacer: cambiar y sorprender.